¡El Sol! ¡El Sol! ¡El Sol!..
Detrás de un arrebol
llegó aquel joven Sol.
Y el alba al encender
el gran faro del día
en la noche del Tiempo, todo lo desoía;
y yo volví a nacer.
Nubes en sol mayor
y olas en lá menor.
La vida era tan bella como el amanecer.
Pareció que en el mar
se bañasen mil niños; así las olas eran
infantiles y claras de gritar.
Y una mujer pasaba
toda dominical.
Carlos Pellicer
(De: Colores en el mar)
miércoles, 17 de junio de 2009